Anticlimax

El GP de Italia de Fórmula Uno 2022 “celebra” el Centenario de Monza con un final no esperado. El ganador Max Verstappen, detrás del Vehículo de Seguridad. Foto: Mark Sutton/Motorsport Images.

Max Verstappen triunfó en el 92º Gran Premio de Italia para su quinta victoria consecutiva y undécima de la temporada 2022 de Fórmula Uno, encaminado casi de trámite para revalidar su título, solo en espera de que sea matemáticamente definido, lo cual puede ser tan pronto como en el GP de Japón, cinco carreras antes de finalizar la campaña. 

De nuevo en Monza, como en Spa-Francorchamps y el Hungaroring, Verstappen logra la victoria partiendo fuera de la primera fila (7º, 14º y 10º respectivamente) en tres de las últimas cuatro competencias, demostrativo de la superioridad actual del monoplaza RB18 y del piloto neerlandés. 

Contrario a las preparaciones habituales con mínima carga aerodinámica para el ultra rápido trazado de largas rectas y apenas 4 curvas más 3 chicanas, Red Bull optó por un alerón trasero con baja resistencia pero que proporcionaba más agarre y menos degradación de los neumáticos traseros, sacrificando velocidad de punta por mejor tracción en la salida de las curvas, con lo cual enfilaba las rectas para esa velocidad máxima más rápido y por tanto menos tiempo en ellas. Esto ya lo demostró Sebastian Vettel en la edición de 2011 con el RB7, obteniendo la pole y la victoria, siendo el más lento de todos los monoplazas al final de la recta principal tanto en clasificación como en la carrera. 

Faltando 6 giros para el final de este GP de Italia, Verstappen lideraba cómodo 16.4 segundos por delante del Ferrari de Charles Leclerc, 31.5 segundos del Mercedes de George Russell y 39.1 segundos del cuarto lugar de Carlos Sainz con el otro F1-75.

En esa vuelta 47 de las 53 pautadas -para cubrir más de 305 kilómetros- se produjo el retiro del australiano Daniel Ricciardo, por una falla y bloqueo del motor y caja de cambios de su McLaren/Mercedes MCL36, quedando al borde de la pista entre las dos curvas Lesmo, ameritando la neutralización de la carrera con el Vehículo de Seguridad (SC). Por varias razones, incluyendo la dificultad inicial de retirar el monoplaza requiriendo el auxilio de una grúa, la salida del SC delante del tercer lugar (Russell) en vez de los líderes (Verstappen y Leclerc), se retrasó excesivamente la colocación en orden de los participantes, por lo que la carrera terminó -para gran disgusto de los espectadores-neutralizada por el SC, siendo inevitable los recuerdos de la última carrera de la campaña 2021 en Abu Dhabi, que definió el campeonato de pilotos. 

En esa ocasión, el director de la carrera, el australiano Michael Masi, alteró el procedimiento con el SC (tiene la potestad de acuerdo a los reglamentos – artículo 15.3-) para no terminar el campeonato con la carrera neutralizada, dando así la posibilidad de una vuelta final de carrera. El resultado favoreció a Verstappen porque había entrado a cambiar por neumáticos blandos más rápidos y el adelantamiento a Hamilton en esa vuelta final, significó el triunfo y título de Verstappen, así como el posterior despido de Masi. 

En esta oportunidad, el fantasma de Abu Dhabi probablemente colaboró con las lentas decisiones del alemán Niels Wittich y se siguieron las reglas al pie de la letra, pero llevándose tanto tiempo que se terminó con un justo resultado, pero con un mal espectáculo (sobre todo para los 120.000 presentes en Monza). 

Es cierto, se siguieron las reglas como se debe, pero nadie salió contento. De inmediato se generó una controversia de opiniones que puede influir para algunos cambios en el futuro de las carreras. Si bien solo ha ocurrido en 11 ocasiones desde la introducción del vehículo de seguridad en el GP de Canadá de 1973 (carrera # 235), significando apenas el 1.3% de los finales de carrera, el espectáculo definitivamente pierde mucho para el espectador, aun en una carrera más de la temporada, imagínense en la definitoria de un campeonato. 

La solución más simple es la de implementar la bandera roja para detener la carrera. Es lo menos peligroso para tanto pilotos como para los que trabajan en la pista, además de dar una nueva e igual oportunidad a todos, en beneficio del espectáculo. Los directores de carrera son reacios a utilizarla porque consideran que solo debe implementarse si hay impedimento en la pista, una barrera rota o un verdadero peligro. En realidad, siempre hay un peligro inminente con una grúa en la pista. Si se hubiera utilizado en Suzuka 2014, se habría salvado la vida de Jules Bianchi. 

Al final, el regente comercial (Liberty Media) por el espectáculo y las autoridades de la FIA con sus directrices, buscarán una solución viable. Es posible que el problema no sean las reglas sino la implementación del procedimiento, que debe ser más expedito.

formulaburgerf1@gmail.com 

Acerca de Bruno Burger 119 Articles
Medico Cardiólogo en el Centro Médico Docente La Trinidad. Caracas, Venezuela

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