Flavio Briatore y Stefano Domenicali, jefes de la escuderías Renault y Ferrari de Fórmula Uno 2008. Foto: AutoSprint.
Este fin de semana se corre el XIV GP de Singapur, la décimoquinta válida de la actual temporada de Fórmula Uno.
Han pasado 15 años desde la carrera inaugural en el trazado urbano de la ciudad-estado que inició las competencias nocturnas con un fabuloso iluminado que sorteaba las dificultades que imponía el calor y la humedad durante el día.
Más que por el triunfo de Fernando Alonso con el Renault R28, el evento será recordado por el “crashgate”, al descubrirse un año después que la victoria del español fue amañada por el director general del equipo galo, Flavio Briatore y su ingeniero jefe Pat Symonds, quienes fabricaron el resultado al hacer chocar intencionalmente el segundo monoplaza en manos del brasileño Nelsinho Piquet, en el momento preciso después de la parada de repostaje del asturiano y así llevarlo al triunfo.
Si bien ambos responsables de esta vergüenza deportiva fueron despedidos de sus cargos, sancionados y prácticamente execrados de la F1, ya están de vuelta en los escenarios; Briatore como embajador del deporte y Symonds como asesor del Grupo Técnico de la categoría, llamados justamente por el actual presidente del ente comercial de la categoría, Stefano Domenicali, quien para el momento se desempeñaba como director de la escudería Ferrari, principal perjudicado junto a su piloto Felipe Massa, quien terminó perdiendo el título de pilotos por un punto, campeonato que ganaba si la carrera se hubiera cancelado.
Sin embargo, como la notificación oficial del escandaloso engaño fue después de terminar la temporada y por reglamento después de la entrega de premios no modificable, el sucio asunto quedó escondido “debajo de la alfombra” hasta que en una reciente entrevista a Bernie Ecclestone, el ex número uno de la F1 declaraba, que tanto él como Max Mosley (†) -Presidente de la FIA- sabían de lo ocurrido durante esa misma campaña, porque el Jr. se lo había contado a su padre, el tricampeón Nelson Piquet, quien de inmediato fue a las autoridades, quienes eligieron no hacer nada.
Ahora, Felipe Massa, el principal afectado, intentará acciones legales sobre la FIA y el Grupo de la Fórmula Uno, para reclamar el título de pilotos y hacer justicia. Cuanto logrará el agraviado piloto está por verse, sobre todo por el tiempo transcurrido, las implicaciones deportivas y la integridad de las autoridades y personajes que estuvieron involucrados, algunos, aún parte del gran circo.
Además, necesitará la ayuda y compromiso de partes sensibles, como son por un lado el afectado equipo Ferrari y por el otro el eventual campeón de la temporada 2008, Lewis Hamilton. Ferrari, por “rabo de paja” se ha quedado callada. Recordemos que llegó a un acuerdo secreto con la FIA en 2019 cuando presuntamente se le descubrió alteraciones ventajosas en el suministro del combustible al motor. ¿Cuántos otros arreglos no habrán acordado entre ellos?
Por otro lado, será interesante ver que posición toma el eventual campeón de esa campaña, quien en vez de siete títulos podría quedar con seis. Massa le pidió ayuda a Hamilton y la respuesta del británico -un ciudadano honorífico brasileño- puede tener muchas implicaciones, incluyendo como sea recibido la próxima vez en el circuito de Sao Paulo. Una salida fácil para el heptacampeón sería, decir que acepta cualquier decisión final de la FIA o del juicio. Se lava las manos -como víctima inocente- y queda bien hasta con el apasionado público del gigante suramericano.
Mientras tanto en Singapur, todos contra Verstappen. El neerlandés buscará su undécimo triunfo en fila, pero también el primero en el circuito de Marina Bay en siete intentos. Los candidatos para derrotarlo serán: primero su compañero Sergio Pérez (ganador del año pasado), luego Lewis Hamilton y Fernando Alonso con los respectivos monoplazas Mercedes y Aston Martin que se prestan a un mejor desempeño para las características del trazado, que de paso ha sido modificado sin las previas curvas 16, 17, 18 y 19. Aunque, con un fallo del hasta ahora infalible bicampeón vigente, no se pueden descartar los McLaren ni los entusiasmados Ferrari. Y, si llueve (50% de probabilidad), hasta Liam Lawson, por nombrar a cualquiera.
Exelente el reportaje