George Russell y Lewis Hamilton 1-2 de Mercedes en el Parque Cerrado al terminar el GP de Bélgica. Foto: Sam Bloxham / Motorsport Images
El inesperado triunfo de George Russell en el Gran Premio de Bélgica de Fórmula Uno en el espectacular trazado de Spa- Francorchamps, fue gestado durante el desarrollo del mismo, cuando transitando en el cuarto lugar y haciendo sus adversarios -incluyendo su compañero de equipo- la segunda parada para renovar sus neumáticos, se le ocurrió que podría llegar al final con el juego de neumáticos duros que había colocado en la décima vuelta de la carrera pautada a 44 giros.
Llegó al final y llegó primero, por delante de su compañero Lewis Hamilton -con el mejor ritmo de carrera-, para el primer 1-2 de su equipo Mercedes desde el GP de Brasil en 2022, pero más importante aun, el tercer triunfo en las últimas cuatro competencias para la escudería germana.
Pero, al poco tiempo el vehículo con el número 63 sería desclasificado, cuando el delegado técnico de la FIA señalaba a las autoridades del evento que el monoplaza de Georges Russell, estaba 1.5 kilogramos por debajo de los 798 kg establecidos por el reglamento como peso mínimo.
No encontrando una probable causa en el monoplaza, quedó como única explicación, el consumo de los neumáticos con 375 gramos por unidad, debido a una sola parada con 34 vueltas con los compuestos duros, que no había sido computado en los cálculos iniciales porque en ningún momento se pensó que Russell iba a una sola parada.
Sin embargo, no fue el único que terminó por hacer una sola parada. Lo secundaron Lance Stroll y Fernando Alonso de Aston Martin, quienes pararon en las vueltas 12 y 13 respectivamente, Yuki Tsunoda/Racing Bulls en la 15 (con compuestos duros usados) y Kevin Magnussen/HAAS en la 17. Ninguno de ellos confrontó problemas de peso.
Lo que posiblemente no calcularon los ingenieros (pero debieron, porque no son novatos) es que en Spa por lo largo de la vuelta -a velocidad no de carrera- los vehículos al pasar la línea de meta son dirigidos a los pits en dirección inversa al pasar la primera curva (La Source), por lo que prácticamente no pueden adherir a los calientes neumáticos los pedazos de caucho sobrante que se encuentran esparcidos por la pista fuera de la línea de carrera y que son suficientes para hacer el peso correcto (la foto es explicita por si misma).
No es la primera vez que ocurre. En el debut de Robert Kubiça en la F1, en el GP de Hungría 2006 sustituyendo al despedido Jacques Villeneuve del equipo BMW Sauber, el piloto polaco perdió el séptimo lugar (2 puntos en la época) al ser desclasificado por un déficit de 2 kg, pagando la novatada al no recoger el caucho en la vuelta de regreso después de pasar la línea de meta.
Sin duda, la historia vuelve a repetirse, como en el Eterno Retorno de Federico Nietzsche, o más popular, la recordada melodía (la vuelta) que cantaba “el bolerista de América” Felipe Pirela. Spa- Francorchamps no es ajena al uróboro.
Para comenzar, la clasificación del sábado, fue idéntica en los primeros 4 lugares a la de 2023 (Verstappen, Leclerc, Pérez y Hamilton), incluyendo que Leclerc heredara la posición de vanguardia por penalización al neerlandés (en esa ocasión 5 puestos por colocar una nueva caja de cambios en su Red Bull).
Pero también el trazado de las Ardenas ha repetido desclasificaciones y penalizaciones que alteraron el resultado final con el primer lugar.
En 2008, Lewis Hamilton (con McLaren MP4-23/Mercedes) perdió el primer lugar con Felipe Massa (Ferrari F2008) un par de horas después de haber ganado la carrera, por haber adelantado con ventaja a Kimi Raikkonen (también Ferrari)por fuera de la pista en Bus Stop por el primer puesto en las postrimerías de la carrera, justo antes que el finlandés se despistara en el mojado trazado.
Previamente, en 1994, Michael Schumacher perdería su triunfo al ser desclasificado por perder más de un milímetro la tabla debajo del piso de su Benetton B194/Ford Zetec-R en los escrutinios después de vencer por medio minuto a Damon Hill (Williams FW16B/Renault), eventual ganador por delante de Mika Häkkinen (McLaren MP4-8/Peugeot) y un tal Jos Verstappen (también con Benetton).
El genial filósofo alemán, tenía razón. La historia vuelve a repetirse, aunque sonaba mejor con Felipe Pirela.
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