“Texas Bull”

Max Verstappen, ganador del GP de los EEUU de Fórmula Uno, en el Circuito de las Américas en Austin, Texas. Foto: AutoSprint

Para Max Verstappen, a pesar de 40 puntos de desventaja con el líder del campeonato Oscar Piastri, a falta de 5 carreras (y dos Sprint), cada vez es más factible una remontada histórica para conseguir su quinto campeonato de pilotos consecutivos.

Totalmente impensable con el dominio de McLaren en la primera mitad de la temporada, incluyendo una derrota en casa iniciando la segunda parte de la campaña hace apenas 2 meses. Pero, a partir del GP de Italia en Monza, las cosas han cambiado radicalmente con tres victorias en las últimas cuatro competencias, reduciendo en ese lapso 64 puntos el déficit al primer lugar.

Tres  factores  fundamentales  para  el  mejor  desempeño. Indudablemente una evolución favorable en el monoplaza desde la introducción de un nuevo piso en Monza y un nuevo alerón delantero en Singapur, permitiendo una reducción en la altura al suelo, fundamental para un mejor agarre y menos subviraje para adecuarse mejor a las características de manejo del tetracampeón.

En segundo lugar, la llegada el 10 de julio de Laurent Mekies, el nuevo director del equipo sustituyendo a Christian Horner quien lo fuera por 20 años, cambiando la filosofía de trabajo más hacia los conocimientos de la ingeniería e interacción con los pilotos que el uso de datos aportados por los simuladores y túnel de viento.

En tercer lugar, es el mismo Vertappen, pero si bien mantiene el talento (que le sobra), corre con mucho menos presión, porque las circunstancias son propicias por no tener nada que perder.

Por el otro lado, está McLaren y sus pilotos. El monoplaza MCL39, ya no es imbatible, no porque esté peor, es porque con la evolución de los demás se les han acercado y al menos el RB21 está prácticamente a la par. Siendo Mercedes y Ferrari bajo sus características  propias  igualmente  eficientes  de  acuerdo  a trazados y condiciones ambientales.

Probablemente apoyados por su exitoso monoplaza, consiguiendo temprano el campeonato de constructores, han permitido a sus pilotos mantener una competencia interna, dejándolos correr con ciertas restricciones básicas, prácticamente sin oposición. Sin embargo, esto ha cambiado con los resultados recientes. Más dedicados a controlarse mutuamente, ahora necesitarían trabajar en equipo contra un gran enemigo común. Cuarenta puntos, parece una masiva ventaja, pero no es cuestión solo de números, es contra quien están luchando. No muchos se atreverían a apostar en contra del quinto título de Verstappen.

Si McLaren pierde el campeonato de pilotos, al menos les quedará la consolación que han tratado en forma justa y equitativa a sus pupilos, pero sería un fracaso de la directriz, tanto de Andrea Stella  como  de  Zac  Brown.  En  cambio,  si  consiguen  ganar, justificaran su forma de actuar y manejo interno. Si bien, una actitud encomiable, es bizarro que sigan lastimando a uno de sus pilotos en el nombre de la justicia, sobre todo con la no pequeña amenaza de Verstappen.

También se ha encendido la alarma -hasta el momento naranja (papaya)-  con  el  líder  de  la  clasificación,  Oscar  Piastri.  El australiano hasta ahora imperturbable, ha decaído. Factores como una fuerte presión por el mundial (aunque ya lo vivió en las categorías menores), un vehículo no tan ideal o un compañero competidor mucho mejor en la actualidad, son posibles causas para un peor desempeño después de su última victoria en los Países Bajos. Incómodo en Monza, un desastre en Bakú, quejoso en Singapur y sin ritmo en Austin, resumen sus últimas salidas.

Tampoco es el único que ha perdido el campeonato siendo líder faltando 5 carreras. Hay muchos ejemplos en el pasado, siendo los más recientes: el de Fernando Alonso (Ferrari) en 2012, Mark Webber (el representante de Piastri)con Red Bull en 2010, Lewis Hamilton (McLaren) en 2007, Eddie Irvine (Ferrari) en 1999 y Michael Schumacher, también con un Ferrari en 1997.

La situación actual de los tres pilotos en disputa del campeonato de pilotos de 2025, tiene la siguiente característica: Piastri, en momento de crisis; Lando Norris con más empuje que nunca y Max Verstappen divirtiéndose y también feliz como nunca.

Restan 5 carreras y aun puede pasar de todo. Este fin de semana tienen en México una carrera crucial. Si Piastri -otra vez- queda por detrás, está perdido. Si Vertappen vuelve a ganar, el miedo en McLaren  pasa  a  ser  pánico  y  si  gana  Norris  se  vuelve esperanzador el título para el británico.

formulaburgerf1@gmail.com

Acerca de Bruno Burger 191 Articles
Miembro titular de la Comisión Médica de la FÍA para F1 (1995-2015).

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*