
Bakú, a orillas del Mar Caspio, circuito urbano de la Fórmula Uno con una larga sección casi recta de más de 2 kilómetros, en la cual se han registrado velocidades por encima de 370 km/h. Foto: motorauthority.com
Este fin de semana se corre en la ciudad de Bakú, el octavo Gran Premio de Azerbaiyán de Fórmula Uno, inaugurado en 2016 como el vigésimo tercer GP de Europa.
Con 16 carreras disputadas, se inicia el último tercio de la temporada 2025, etapa de la definición de los campeonatos de pilotos y de constructores.
Con el claro dominio del equipo McLaren, acumulando 12 triunfos (7 para Oscar Piastri y 5 para Lando Norris), los de Woking Inglaterra, pudieran revalidar en esta edición del GP de Azerbaiyán, el título conquistado -después de una larga sequía de veintiséis años- en la campaña pasada.
Con la amplia ventaja de 337 puntos sobre el segundo lugar de Ferrari, si los monoplazas anaranjados terminan en el primero y segundo lugar o en el primero y tercer lugar, conquistarían su décima corona, implantando un récord en la F1 al lograrlo con siete fechas por disputarse.
Si no terminan en esas posiciones, solo requieren sacarle otros 9 puntos de ventaja a los de Maranello y que no pierdan 12 puntos con Mercedes o 33 con Red Bull.
Mientras el campeonato de constructores ya es solo un tramite para el equipo británico, el de pilotos se mantiene cerrado entre sus propios conductores, con una ventaja de 31 puntos del australiano, ciertamente abultado por el retiro de Lando Norris del segundo lugar en el GP de los Países Bajos.
Con un fuerte control del equipo sobre sus pilotos y por la personalidad respetuosa entre ambos, hasta el presente la esperada rivalidad por el título no se ha manifestado como en otras ocasiones dentro de una escudería conocida por grandes confrontaciones, como las de Senna-Prost, Lauda-Prost o Hamilton-Alonso.
La paridad en velocidad de ambos pilotos y la forma justa en llevar las posiciones y ventajas por parte del binomio autoritario Brown- Stella, prácticamente determinan los grandes premios por las posiciones en la parrilla de salida, quien está adelante después de la primera vuelta o antes de las paradas en los pits.
La definición entre el granítico Oscar o el emocional Lando va a depender no solo de quien sea el más veloz, sino también quien saque el mayor provecho a las oportunidades y pueda manejarlas mejor.
Sin duda, el más veloz de los dos ha sido Norris, demostrado por las comparativas en las pruebas clasificatorias para la parrilla de salida; 15 a 7 a su favor en 2023 y más aun en 2024 de 21 a 3. Sin embargo, el australiano ha aprendido rápidamente a encontrar más velocidad y en lo que va de 2025 la relación es inversa: 9 a 7 a favor del melburniano.
Pero, no solamente es la velocidad, es como manejarla. De nuevo, demostrativo en otra faceta de las pruebas clasificatorias. En la Q1, Norris es más rápido 12 a 7 (incluye Sprints), en la Q2 13 a 6, mientras que en la crucial Q3 Piastri aventaja a Norris 12 a 7.
Un factor externo que si podría influir en el desenlace del actual campeonato es la presencia de Max Verstappen. Aunque lejano en los puntos (94 del primer lugar), solo necesita un RB21 más competitivo para interferir a favor de uno u otro en disputa por la corona. Su reciente triunfo en Monza con una impensable ventaja de más de 19 segundos sobre los McLaren, podría ser un hecho aislado, pero su satisfacción con el desarrollo reciente del monoplaza, pudiera significar un retorno verdadero a la competitividad en lo que queda de campaña.
Bakú, será un excelente escenario para la respuesta. Parecido a Monza, en que puede hacer un arreglo con baja carga aerodinámica para mayor velocidad en rectas y con la habilidad única de poder sortear los tramos de baja velocidad, Verstappen, nunca podrá ser descartado para el triunfo o para interponerse entre los McLaren en algunos circuitos.
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