
Oscar Piastri, piloto del equipo McLaren/Mercedes de Fórmula Uno, observando el GP de Azerbaiyán detrás de los muros, después de quedar fuera de la competencia al chocar en la vuelta inicial. Foto: f1TV.com
El australiano Oscar Piastri, uno de los principales candidatos al campeonato de pilotos de la Fórmula Uno en esta temporada 2025,vivió su peor fin de semana desde que se inició en la categoría reina del automovilismo mundial con el equipo McLaren en 2023, después de ganar en forma consecutiva los campeonatos de la Fórmula Renault, Fórmula 3 y Fórmula 2.
El aspirante al título, por primera vez para McLaren en 26 años (Mika Hakkinen 1999), chocó en la tercera tanda (Q3) de una caótica clasificación para la parrilla de salida del Gran Premio de Azerbaiyán, para luego en la carrera hacer una salida en falso desde la novena posición, para quedar último y, al intentar adelantar posiciones chocaría contra los muros de la cuarta curva en esa misma primera vuelta, quedando fuera de la competencia, para terminar mirándola desde el otro lado de las barreras de protección.
Lamentable para el melburniano, no solo con el primer retiro después de 44 carreras (Austin, Texas 2023) y 34 consecutivas clasificando en los puntos y esta temporada con 14 podios y 7 triunfos, se le agregaba lo que más le podía dolor, que Lando Norris, su compañero de equipo, redujera sustancialmente la desventaja, hasta ese momento de 31 puntos.
En cambio, con mucha suerte para él, Norris de nuevo, no pudo o no supo aprovechar la circunstancia del retiro, haciendo una insípida carrera para terminar en el séptimo lugar, mismo de donde arrancó, para reducir el déficit por apenas 6 puntos. Cuando Piastri se equivoca, Norris se paraliza por miedo a equivocarse, lo cual es aun peor.
En esta ocasión, con un MCL39 en excelente estado, fallaron sus dos pilotos, porque no se lograron adaptar a un trazado muy difícil por sus peculiares características y por las ráfagas de viento que, junto a una ligera lluvia redujeron drásticamente el agarre en las peligrosas curvas de 90 grados, generando el caos y un récord de 6 banderas rojas en las pruebas clasificatorias, las que únicamente supo sortear magistralmente Max Verstappen, para lograr su sexta posición de vanguardia en la parrilla de salida de la presente zafra y prácticamente asegurar su cuarta victoria de la campaña con un Grand Slam incluido (6º en su historial).
Los dos contundentes triunfos consecutivos para el neerlandés, lógicamente orientan a pensar en una real recuperación de la competitividad del RB21, con las modificaciones introducidas en Monza, pero también, por la distinta dinámica de los arreglos para los grandes premios, más basados en la realidad de la pista que en las simulaciones previas a cada evento. Punto a favor de Laurent Mekies, nuevo director del equipo.
El repunte parece preocupar en exceso a McLaren, porque con el campeonato de constructores prácticamente asegurado, tampoco debería entrar en pánico con la abrumadora diferencia de 69 puntos entre el líder Piastri y Verstappen, con apenas 7 grandes premios por disputarse. Con un coeficiente de victorias de 2.76 (69/25)Verstappen tendría que ganar tres carreras y Piastri no puntuar en ninguna para ser alcanzado, quedando aun cuatro más para recuperarse. Lo que cierto es, que con la conocida competitividad del neerlandés, con un monoplaza adecuado, luchará hasta la última vuelta del último gran premio por la victoria.
McLaren, debería preocuparse por sus pilotos si la normalidad no se restablece en la próxima carrera en Singapur. Monza y Bakú son circuitos donde Red Bull sobresale por la posibilidad de usar muy baja carga aerodinámica, con poco alerón trasero y mucho del delantero, ideal para la preferencia de Verstappen con un monoplaza con sobreviraje y poco subviraje. Singapur es como Mónaco o el Hungaroring, con una necesaria carga aerodinámica alta, ideal para los de Woking.
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