
Gran Premio de Italia de Fórmula Uno / Getty Images
El Autodromo Nazionale di Monza construido en 1922, fue la tercera instalación permanente para competencias automovilísticas a nivel mundial, después de Brooklands en el Reino Unido en 1907 (en desuso desde 1939) e Indianápolis en los EEUU en 1909.
Desde el inicio del Campeonato Mundial de Fórmula Uno en 1950, el GP de Italia ha estado presente todos los años, siempre en Monza, excepto en 1980 cuando se corrió en Imola.
Popularmente denominado El Templo de la Velocidad, Monza ha sido por muchos años la carrera más rápida en la historia de la F1. En 1971, el Inglés Peter Gethin obtuvo la victoria con su BRM a una velocidad promedio de 242.5 km/h (antes de incorporarse las chicanas que redujeron la velocidad y el peligro). Tuvo que ser muy rápido, ya que en el segundo lugar Ronnie Peterson/March llegó a solo 1 centésima de segundo, el tercero Francois Cevert/Tyrrell a 9 centésimas, el cuarto Mike Hailwood/Surtess a 18 centésimas y en el quinto lugar el neozelandes Howden Ganley-BRM a solo 6 décimas detrás del primero. Ese récord se mantuvo vigente por 32 años, hasta ser batido por Michael Schumacher en 2003 con el Ferrari F2003- GA, terminando la carrera en una 1h 14min y 19.8 segundos a una velocidad promedio 247.5 km/h.
Este año, en el nonagésimo quinto GP de Italia, Max Verstappen logra un impresionante triunfo con más de 19 segundos de ventaja sobre los favoritos McLaren, implantando un nuevo récord para la carrera más rápida en la historia de la Fórmula Uno, terminando en 1 hora 13 minutos y 24.325 segundos las 53 vueltas para los 306.7 km, a una velocidad promedio de 250.7 km/h. Mientras tanto, su más cercano seguidor, el británico Lando Norris con el McLaren/Mercedes MCL39, lograba batir con la vuelta más rápida de la carrera a 257.7 km/h, la marca de hace 21 años de Rubens Barrichello con el Ferrari F2004, por apenas 145 milésimas de segundo.
El fin de semana de mayor velocidad de la F1, lo había iniciado el propio neerlandés tetracampeón mundial, al conseguir la pole más rápida en el historial de la categoría reina del automovilismo mundial, con una vuelta a una velocidad promedio de 264.6 km/h, batiendo la marca previa de Lewis Hamilton con el Mercedes W11 en 2020. Por muchos años la pole más rápida en la historia de la F1 había estado en manos de Keke Rosberg, quien en 1985 con su Williams/Honda FW10 había logrado la vuelta en Silverstone a una velocidad promedio de 259 km/h, hasta ser batido en 2002 por Juan Pablo Montoya en el Williams/BMW FW24 casi alcanzando los 260 km/h.
El trazado de Monza, también contaba gracias a su larga recta principal de más de un kilómetro de longitud, la velocidad más alta registrada en un monoplaza de la F1. En unas prácticas privadas en 2005, el colombiano Juan Pablo Montoya con el McLaren/Mercedes registró 372.2 km/h antes de frenar para la primera chicana del circuito. Con la aparición de circuitos como Bakú con rectas de más de 2 km de longitud, este récord fue pulverizado por Valtteri Bottas en el GP de Europa en 2016, alcanzando con su Williams/Mercedes FW38 378 km/h en las pruebas clasificatorias para la parrilla de salida (aprovechando el rebufo del Red Bull de Max Verstappen).
En un intento por alcanzar los 400 km/h, un modificado monoplaza de Fórmula Uno, fue preparado en las salinas de Bonneville (Estado de Utah, EEUU)en 2006. El BAR/Honda 007 piloteado por Alan van der Merwe casi lo logró, registrando 397.3 km/h (récord extraoficial).
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