
Foto: Red Bull Pool
Después de las vacaciones de verano y casi un mes de inactividad, la Fórmula Uno regresa este fin de semana con la segunda parte de la temporada 2025 -10 GP y 3 Sprints- con el Grote Prijs van Nederland, en el tradicional circuito de Zandvoort, a escasos 40 kilómetros de Amsterdam. Luego se continuarán con las nueve restantes en el siguiente orden: Italia, Azerbaiyán, Singapur, EEUU en Austin (con Sprint), México, Brasil (con Sprint), Las Vegas, Catar (con Sprint) y Abu Dhabi.
En un verano bastante silencioso, la noticia más relevante ha sido la contratación de Sergio “Checo” Pérez y Valtteri Bottas para conducir los monoplazas de Cadillac; el 11º equipo para la parrilla de salida a partir de la próxima temporada. Un lógico inicio con dos veteranos que suman 16 victorias, más de 100 podios y la participación en más de 500 carreras.
Aunque Max Verstappen fue avistado en el Yate “Mangusta” de Toto Wolff en la Costa Esmeralda (Cerdeña), sitio habitual de vacaciones para muchos de la F1, los rumores de un eventual cambio a Mercedes fueron desechados por el propio piloto neerlandés, declarando que se quedará en Red Bull para la próxima temporada, como lógicamente se anticipaba, sacrificando un año, pero buscando su mejor opción para el 2027 en el equipo que la “pegue en la pared” con las nuevas directrices técnicas.
¿Qué se espera para la Parte II de la temporada 2025 de la Fórmula Uno?
En primer lugar, que la rivalidad aburrida intra McLaren por el inédito e inexorable logro del título de pilotos entre Oscar Piastri y Lando Norris, comience a tener más sabor a competencia estrecha y fuertemente disputada, como probablemente sucederá hacía el final de las 10 carreras restantes, a menos que uno de los dos pueda separarse lo suficiente para desmotivar al contrario o que lo obligue a utilizar tácticas no ortodoxas para triunfar (como Norris en Hungría).
Con la mayoría de los equipos desplazando su mayor interés en el desarrollo del modelo para la próxima temporada, que tiene regulaciones técnicas totalmente distintas a las actuales, es poco probable lograr un cambio radical en alguno de los actuales que lo convierta en un verdadero competidor contra los vehículos color papaya originados en Woking, Inglaterra.
A pesar del amplio dominio de McLaren sobre el resto, apostar a que ganaran todas las carreras restantes, es algo arriesgado, tomando en cuenta que, en la primera mitad, Max Verstappen ganó dos (Imola y Suzuka) y George Russell lo hizo en Montreal. Un triunfo del tetracampeón nunca se puede descartar, sobre todo en condiciones de lluvia, aunque en este sentido el MCL39 también luce prácticamente imbatible.
Aunque los aficionados de la F1 y sobre todo los tifosi, esperan un pronto resurgimiento del heptacampeón Lewis Hamilton en Ferrari, el británico con su mea culpa, ya suavizo su situación con ellos y en la escudería; estos esperando que el año entrante, finalmente liberado de de un vehículo que no maneja a gusto desde que se introdujo el reglamento técnico en 2022 con el “efecto suelo”, sea más de su agrado y pueda obtener mejores resultados.
Zandvoort, un circuito clásico en uso intermitente por la Fórmula Uno desde 1948, corre en su 38º edición por penúltima vez, eligiendo -por cuestiones de costos- quedar fuera del calendario a partir de 2027. Después de 36 años regresó en 2021 con tres triunfos seguidos del héroe local, Max Verstappen; mientras que el año pasado, ni el apoyo local pudo con la superioridad resurgente de McLaren, Lando Norris llevándose el triunfo.
El trazado, en las dunas a orillas del Mar del Norte, está lleno de anécdotas y momentos especiales que lo hacen inolvidable.
En 1967 debutó el exitoso motor Cosworth V8 DFV sobre el Lotus 49, para luego ser adoptado como planta motriz por la mayoría de los equipos. Hace 50 años, en 1975 el equipo de Lord Hesketh lograba su único triunfo en la F1, James Hunt venciendo a su gran rival de la siguiente temporada Niki Lauda. Para el austríaco y otros famosos pilotos, Zandvoort fue la última victoria. Lauda en 1985 con McLaren, previamente René Arnoux con Ferrari en 1983 y Mario Andretti con Lotus en 1978. En 1979 se produjo el incidente de Gilles Villeneuve que demostró al mundo su comprometida actitud de nunca rendirse, al llevar su destrozado Ferrari 312-T4 sobre tres ruedas por casi una vuelta hasta los pits, la misma actitud que había demostrado unas semanas antes en Dijon-Prenois, en su épica lucha con Arnoux (Renault) por el segundo lugar.
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