“Sin riesgo no hay diversión” Lema de Dietrich Mateschitz, dueño (†) de Red Bull.

Parada del líder del GP de Austria 2023 de Fórmula Uno, Max Verstappen, para colocar neumáticos blandos en su RB19 y hacer la vuelta más rápida en la última de la carrera. Foto: Steven Tee / Motorsport Images.

Una vez más, Max Verstappen y Red Bull dominaron, esta vez en el gran premio de casa para continuar la racha de victorias consecutivas, nueve para el equipo austríaco en el inicio de la campaña y cinco para el neerlandés de las siete que lleva en 2023.

Así,  el  bicampeón  llega  a  42  triunfos  en  la  Fórmula  Uno, sobrepasando a Ayrton Senna para colocarse entre los 5 más ganadores  de  la  historia.  El  mítico  piloto  brasileño, probablemente sería el más orgulloso de la hazaña, considerando que refleja fielmente al grupo a que pertenecen. El de los grandes campeones: arrogantes, exagerados y sin miedo a tomar riesgos que cualquier otro no se atrevería.

La mayor demostración en ese sentido la dio Verstappen en este último Gran Premio de Austria, que dominó ampliamente, para dejar perplejos a todos, cuando con una ventaja de 24 segundos sobre el segundo lugar (Charles Leclerc, Ferrari)entró a Pits en la penúltima vuelta de la competencia para cambiar a neumáticos blandos y así lograr la vuelta más rápida en la carrera y obtener un punto más (34 en el fin de semana), que además le estaba quitando a su propio compañero de equipo, Sergio Pérez.

Pero es que los campeones están hechos así. Por eso es que ganan tanto. Los pueden criticar por no demostrar más humanidad o humildad, pero estamos hablando sobre sentimientos que no contemplan  los  grandes  competidores  que  con  su  “instinto asesino” constantemente doblegan a sus adversarios tanto en el terreno  como  psicológicamente,  lanzando  constantemente señales  de  superioridad,  sobre  todo  cuando  se  les  trata  de minimizar  sus  logros  aduciendo  que  ganan  porque  tienen (ciertamente) el mejor monoplaza.

Pero no solamente no tiene miedo de la posibilidad de perder la carrera  “tontamente”  si  algo  sale  mal  en  esa  parada  extra innecesaria, el mensaje hacia su equipo es más claro aún: confía plenamente en ellos y eso los hace mejores.

Lo que puede aparecer inicialmente como una vanidad y avaricia desmedida, no es más que la necesidad de siempre estar al límite y correr riesgos. Como por velocidad exceder los límites de pista en Spielberg a punto de ser penalizado, pero sin serlo, incluso para terminar  haciendo  la  vuelta  más  rápida,  pero  pudiendo  ser penalizado en el intento si se salía de la línea blanca.

El otro mensaje, es hacía sus competidores. La confianza en si mismo, el manejo sin errores y casi sin esfuerzo, les dice a los demás que tendrán que trabajar mucho para alcanzarlo, lo cual también en cierta forma los desmoraliza y los hace ya pensar más en tratar de mejorar el monoplaza para la próxima temporada y olvidar la actual.

Pero, como el espíritu competitivo está por suerte en todos los participantes, la lucha por el segundo lugar se vuelve la prioridad y allí se centra el optimismo de los resultados. Ferrari feliz por el podio  logrado  con  Leclerc,  finalizando  apenas  a  unos  cinco segundos de Verstappen (pero que sin la parada tardía serían 24 y si tomamos en cuenta que la detención de Leclerc fue con el vehículo de Seguridad Virtual lo que le ahorró unos 10 segundos, estamos hablando de más de medio minuto, como siempre).

Así, como la alegría fue de Mercedes en España y Canadá, pasa de uno a otro, de un circuito al otro, dependiendo más de las características de los trazados que de las potenciales mejoras, que deben ser corroboradas en los subsiguientes eventos. En ese sentido, Aston Martin parece haberse estancado en sus resultados iniciales y los avances se hacen más difíciles de conseguir.

Este fin de semana, un circuito totalmente diferente al Red Bull Ring. La Catedral de la velocidad, Silverstone, pondrá a prueba a los equipos que seguirán en su intento de alcanzar a un monstruo alienígena,  quien  hasta  ahora  les  ha  dejado  muy  pocas posibilidades. Sin embargo, mientras es envidia para los fanáticos de otros equipos y pilotos, los que aman el deporte, tienen de nuevo esa  infrecuente  oportunidad  de  disfrutar  el  talento  de  un extraterreste.

formulaburgerf1@gmail.com

Acerca de Bruno Burger 124 Articles
Miembro titular de la Comisión Médica de la FÍA para F1 (1995-2015).

Deja un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*