Primera curva del GP de México 2022 de Fórmula Uno. Max Verstappen por delante de ambos Mercedes y del pelotón. Foto: Sam Bloxham/Motorsport Images.
Ciertamente no fue un gran premio muy emocionante o fuertemente disputado, como los previos. Fue nuevamente, un dominio absoluto del campeón Max Verstappen, quien alcanzó su décima cuarta victoria de la temporada para establecer un nuevo récord, superando a los multicampeones alemanes Michael
Schumacher y Sebastian Vettel, quienes lograron 13 triunfos en sus últimas temporadas campeoniles en 2004 y 2013 respectivamente. Así mismo, el neerlandés consiguió con 416 la mayor cantidad de puntos en una campaña, siendo previamente el
tope los 413 de Lewis Hamilton en 2019.
Al obtener Verstappen el bicampeonato en Japón y Red Bull el quinto de constructores en Austin, Texas, se pensaba que podía ser una buena oportunidad para Mercedes de lograr su primer triunfo de la presente campaña, sobre todo que hasta el momento el heptacampeón Lewis Hamilton nunca ha dejado de ganar al menos una carrera en cada zafra desde su debut en 2007, justamente mostrando hacia el final de la presente mayor competitividad, cercano a un triunfo en los Países Bajos con una buena estrategia de una sola parada que lamentablemente le estropeó la salida del Vehículo de Seguridad.
En la Ciudad de México, también pensaron que una estrategia de una sola parada los podía beneficiar, sobre todo si como pensaban Verstappen partía con compuestos blandos después de lograr la posición de vanguardia de la parrilla de salida y tratar de mantener esa posición. Además, la ventaja de mayor velocidad de punta de Red Bull ciertamente no era mucho mayor en este trazado de Los Hermanos Rodríguez, por la menor efectividad del propulsor en la altura de 2250 metros sobre el nivel del mar y la menor carga aerodinámica para todos por la menor densidad del aire.
Sin embargo, farios factores jugaron en contra de Mercedes, por los que no pudieron alcanzar su objetivo. A pesar de salir con neumáticos blandos (marcados en rojo) y luego pasar a los medios (banda amarilla), Verstappen logró hacer una sola parada durante la carrera, sin mayor deterioro en prestación con 45 giros al final, mientras Mercedes se fue -de nuevo- por el lado conservador con compuestos medios y luego duros (franja blanca). En esto ayudó, que la lluvia de la noche anterior quedó cercana pero no llegó al circuito, que de lo contrario hubiera llevado seguramente a dos paradas.
En la arrancada, Verstappen logró mantenerse adelante en la primera curva (el año pasado adelantó a ambos Mercedes en ese punto) y así imponer el ritmo durante la primera parte de la competencia con el cuido adecuado de los neumáticos, mientras que la parada temprana de Sergio Pérez, el compañero de Verstappen, quien había logrado arrebatarle el tercer lugar a George Russell en las primeras curvas, impedía una estrategia dual de Mercedes y evitaba que Hamilton se mantuviera más tiempo en pista para pasar a blandas en una sola detención, porque quedaría detrás del fastidioso piloto mejicano.
También ayudó, la notoria ausencia de ambos Ferrari en esta competencia, Carlos Sainz llegando a casi un minuto del líder en el quinto lugar y su compañero Charles Leclerc en el sexto. Extrañamente no se vieron ni en las pruebas clasificatorias ni en la carrera, probablemente por no contar con suficiente potencia en el motor, al reducirle a propósito la entrega del turbo por miedo a una nueva ruptura en las exigentes condiciones que requiere compensar una pérdida del 20% en el desempeño del motor aspirado a esa altura.
Al final, de nuevo Red Bull escogió un riesgo mayor con la estrategia de intentar una parada saliendo con blandos y terminando con medios. Quizás a Mercedes no le quedaba alternativa que hacer algo diferente y rezar por tener al final una ventaja, si se caía el rendimiento del compuesto medio de sus rivales. No sucedió, en buena parte porque el bicampeón reinante se ha convertido también en un maestro en el cuido de los neumáticos.
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