Celebración del equipo McLaren con el 1-2 en el GP de Hungría de Oscar Piastri y Lando Norris. Foto: Lubomir Asenov / Motorsport Images
Con su triunfo en el Hungaroring, Oscar Piastri resultó el séxto piloto que logra su primera victoria en la Fórmula Uno en el GP de Hungría (previamente Damon Hill, Fernando Alonso, Jenson Button, Heikki Kovalainen y Esteban Ocon), para convertirse oficialmente en el centésimo décimo quinto ganador de al menos una carrera de F1 (en realidad son 105, porque los 10 ganadores de las 11 carreras de las 500 Millas de Indianápolis -parte del calendario- entre 1950 y 1960 nunca manejaron un Fórmula Uno) a los 23 años de edad y en su trigésima quinta participación desde su ingreso en McLaren la temporada pasada. El piloto australiano junto a Lando Norris llevó a la escudería de Woking a su primer doblete después de 64 GP (desde Daniel Ricciardo-Lando Norris en Italia 2021).
El primer triunfo en la categoría reina del automovilismo mundial, que generalmente conlleva una exultante celebración por un piloto que ha soñado toda su vida por ese momento, se convirtió en lo que algunos denominaron (explicación poco creíble) “madurez del australiano, como si fuera su triunfo #50”, cuando en realidad no quedó contento por la forma que terminó ganando.
Pero nadie más culpable que su propio equipo (otra vez). En un cómodo y totalmente dominado GP, con el australiano en un impresionante ritmo, que ni siquiera su compañero de equipo Lando Norris pudo mantener y a quien había pasado en la primera curva al arrancar la carrera, sus estrategas decidieron invertir el orden de parada en pits, para proteger al segundo de perder el puesto con Lewis Hamilton (si paraba antes = undercut), generando en la segunda detención un “auto-undercut”, para luego tener que suplicarle en repetidas ocasiones al británico que dejara pasar a su compañero, como habían preestablecido, porque las posiciones solo eran temporales para protegerse.
Si al final se hizo lo correcto, ninguno quedó contento. A nadie le gusta entregar por órdenes de equipo el primer lugar, sobre todo cuando tu compañero se queda lejos y hay que esperarlo 5 segundos para que te adelante. Entre las múltiples conversaciones por radio con sus superiores, Norris argumentaba que fue el equipo con su estrategia quien los puso en esa situación y que se acercara para facilitarle el proceso y no perder ambos con los que venían detrás.
Tampoco, sintió Piastri que ganó como hubiera querido, a pesar de haber sido una victoria digna y haber hecho mayormente el mejor trabajo, sobre todo adelantando a su compañero en la arrancada y así comandar la carrera y supuestamente las estrategias a su favor.
Aparte, Norris pasa ahora a ser el segundo en la clasificación de pilotos en la presente campaña y si bien la ventaja de Verstappen es de 76 puntos, restan 11 GP y mientras el McLaren MCL38 se consolida como el mejor monoplaza, el Red Bull RB20 al contrario, ya no tiene el dominio previo, no ha podido ganar las tres últimas carreras y tiene una alta posibilidad de perder el campeonato de constructores, sobre todo por la poca colaboración que presta el mexicano Sergio Pérez, quien bien podría ver su salida -por clausula de rendimiento- tan pronto como durante el receso después del GP de Bélgica.
Si la tendencia se mantiene, Norris pudiera perfectamente, estar peleando el título de pilotos con Verstappen al final de la presente temporada. La posibilidad de perderlo por menos de 7 puntos (los que le entregó a su compañero en el Hungaroring), es suficiente razón para nunca hacer regalías.
Al final, la llamada a pits en la vuelta #46/70 a Norris antes que a Piastri, fue otro error del equipo, algo inútil y muy perjudicial para la relación de los pilotos. Definitivamente, el mejor monoplaza en la actualidad, lo tiene el peor equipo en lo operativo.
Este domingo en Spa-Francorchamps, probablemente repita uno de los pilotos que ya ha ganado una carrera en la presente campaña. Aparte de las siete victorias de Verstappen, cada uno de los titulares de Ferrari, McLaren y Mercedes tienen un triunfo, con lo cual ya hay siete ganadores distintos (como por última vez en 2012). Muy distinto a como se vislumbraba el inicio de la presente temporada.
