¡Ganó el otro Carlos!

Carlos Sainz Jr. Con el trofeo del RAC, ganador en Silverstone del 73er GP de la Gran Bretaña de Fórmula Uno. Foto: www.autosprint.it 

En la mejor carrera de Fórmula Uno de la presente temporada, el español Carlos Sainz de la escudería Ferrari, consiguió su primer triunfo en la categoría reina del automovilismo mundial, después de una larga espera de 150 grandes premios. 

El madrileño, quien había conseguido la posición de vanguardia de la parrilla de salida el día anterior bajo las difíciles condiciones de una pista mojada por la lluvia, se convirtió en el décimo séptimo piloto en conseguir juntas la primera pole y la primera victoria. 

Combinar ambas, sin embargo, no fue tarea sencilla, porque la carrera presentó varias situaciones inesperadas que jugaron unas a su favor y otras en contra. 

Para comenzar, en la propia largada Max Verstappen le quitó el primer lugar, aunque esa salida fue cancelada por un aparatoso accidente del piloto chino Guanyu Zhou, con el Alfa-Romeo arrastrándose volteado a una alta velocidad unos 300 metros para saltar las barreras de neumáticos y ser detenido por la cerca de protección al público, quedando milagrosamente ileso. Cincuenta y tres minutos después, se repitió la salida, esta segunda vez, el peninsular si pudo mantener el primer lugar.

La implacable persecución del neerlandés, cada vez más cercano e indudablemente con un vehículo más rápido, terminó por adelantarlo cuando se despistó brevemente en la décima vuelta de las 52 pautadas. Cuando todo parecía perdido para Carlos, de nuevo un hecho fortuito cambiaría radicalmente la historia del evento. Con penas 3 vueltas en el primer lugar, el Red Bull RB18 de Verstappen presentó un daño considerable en el piso al pasar sobre restos de fibra de carbono de uno de los Alpha Tauri que habían colisionado entre ellos, dejando al neerlandés con un vehículo inmanejable, perdiendo rápidamente varias posiciones y cualquier posibilidad de subir al podio. 

Las cosas se veían bien de nuevo para Carlos, sobre todo porque el otro Red Bull de Sergio Pérez había caído al último lugar al tener que cambiar el alerón delantero por una colisión por posición con Charles Leclerc en la primera vuelta, quedando el Ferrari del monegasco dañado con la pérdida del platillo vertical derecho del alerón delantero, lo cual sin duda representaba en este circuito con curvas de muy alta velocidad un verdadero contratiempo. 

Aun así, el ritmo de Charles era mejor que el suyo, unos 0.3 segundos más rápido por vuelta, por lo que rápidamente se colocó detrás de Carlos y comenzó a pedirle paso. El equipo, subestimando las posibilidades del Mercedes de Lewis Hamilton en el tercer lugar de ser un peligro, lo dejó igual hasta que se dieron cuenta que el británico -con un vehículo mejorado, en una pista favorablemente lisa y especialmente motivado por su público- se acercaba paulatinamente. Finalmente optaron por sacar a Carlos a los pits para cambiar a neumáticos duros, pasando Charles al primer lugar, pero solo por 5 vueltas hasta también cambiar a los compuestos duros, pasando Hamilton al primer puesto y Carlos al segundo. 

El español, de nuevo asediado por Charles, mientras Hamilton se alejaba abriendo la posibilidad de hacer su única parada y quedar por delante de ambos, no le quedó más remedio que dejar pasar a su compañero, mientras por suerte para ambos, la detención del inglés ya con neumáticos medios de 32 vueltas -también por compuestos duros- fue dos segundos más larga de lo esperado, quedando en el tercer lugar, a 4 segundos de Carlos y 6 de la punta. 

De allí en adelante, Ferrari 1-2 (Charles-Carlos) con Hamilton con neumáticos 8 vueltas menos que Leclerc y 13 menos que Sainz podría ser preocupante, aunque la ventaja de Charles sobre Lewis no cambiaba. Atrás, el espectacular Sergio Pérez llegaba hasta el cuarto lugar, esperando un vehículo de seguridad para parar y cambiar sus neumáticos por nuevos compuestos (probablemente blandos, faltando menos de 15 vueltas) y atacar al final.

La suerte cambiaría de nuevo a favor de Carlos. El vehículo de seguridad que neutralizaría la carrera, si llegó en el giro 39 (faltando 13 para el final), por el retiro de Esteban Ocon (Alpine) en un lugar peligroso. 

Inexplicablemente (aunque luego Mattia Binotto lo intentaría si convencer a nadie), Ferrari dejó a Charles fuera con neumáticos duros de 14 vueltas, mientras entraban a pits por los más blandos y rápidos con una parada gratis sin perder posiciones Carlos, Lewis, Checo Pérez, Fernando Alonso y Lando Norris. 

El estratega italiano tenía tres opciones y tomó la peor (similar a la de Mercedes en Abu Dhabi, dejando fuera a Hamilton a merced de Verstappen). Podía y debía entrar a Charles o incluso a ambos, pero no lo hizo ¡para no perder posición en pista! porque los demás harían lo contrario, demostrando así poca confianza en que sus pilotos luego pudieran rebasar a los que quedaban por delante, faltando unas 10 vueltas para el final. 

Lo que hizo Ferrari, fue pedirle el favor a Carlos que se distanciara de Charles (máxima distancia permitida el largo de 10 monoplazas) para protegerlo en el reinicio. Por supuesto que Carlos se rehusó, alegando que sería más fácil para Hamilton adelantarlo (al no poder utilizar también el DRS) y luego el británico pasaría fácilmente a Charles.

Sabiendo que podía ganar, se mantuvo firme y pasó fácilmente a Charles al reanudarse la competencia, quedando atrás una lucha extraordinaria de carrera pura por el segundo lugar entre Charles, Lewis y el Checo. En una ocasión Hamilton los pasó a ambos en una sola maniobra y luego en la más extraordinaria de todas, Charles lo repasaría (aunque momentáneamente) por fuera en la rapidísima curva de Copse (donde el año pasado Hamilton y Verstappen se tocaron). 

Al final, sufrido pero merecido triunfo de Carlos, quien después de los problemas y errores en las primeras carreras de la campaña, se ha quitado ese enorme peso de encima de lograr su primer triunfo en la F1 y seguro recuperar la confianza en sí mismo. 

Puede ser que para el campeonato de pilotos haya ganado el piloto equivocado, pero como le dijo Enzo Ferrari a Gilles Villenueve después de perder en Imola la carrera de 1982, porque su compañero (Didier Pironi) desobedeció las órdenes del equipo y lo pasó: “alla fine ha vinto una Ferrari ed é quello che conta”. No necesita traducción. 

formulaburgerf1@gmail.com 

Acerca de Bruno Burger 143 Articles
Miembro titular de la Comisión Médica de la FÍA para F1 (1995-2015).

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