Charles Leclerc se retira por falla del motor Ferrari mientras lideraba el GP de Azerbaiyán 2022 de Fórmula Uno. Foto: Glenn Dunbar/Motorsport Images
En el octavo round de la temporada 2022 de Fórmula Uno, por tercera carrera consecutiva el piloto Charles Leclerc del equipo Ferrari perdió el liderazgo de una competencia con gran oportunidad de triunfar. En España y en Azerbaiyán por problemas mecánicos en su monoplaza, específicamente en la Unidad de Potencia con ruptura del turbo, mientras que en la carrera anterior en Mónaco errores estratégicos de su equipo lo bajaron del primero al cuarto puesto de la clasificación final.
Un golpe muy fuerte de asimilar para el monegasco, quien inició la temporada con dos triunfos en las primeras tres carreras, colocándose 46 puntos por encima de su mayor rival, el campeón reinante Max Verstappen, quien se retiraba en esas dos de las primeras tres competencias de la campaña por problemas mecánicos del Red Bull RB18, mientras escoltaba al eventual ganador en Baréin y Australia.
De esa ventaja inicial -de la cual Verstappen declaraba que iba a ser muy difícil recuperarse- los recientes fracasos y la entrega en bandeja de plata de las victorias a su archirrival, han hecho a Leclerc perder 63 puntos en los últimos 3 eventos y 80 en total, para no solo entregar el liderato de la clasificación de pilotos, sino también el segundo lugar con el compañero de Verstappen en Red Bull, el mexicano Sergio Pérez, quien ha tenido un extraordinario desempeño en el primer tercio de la presente contienda.
Con la salida temprana también por problemas mecánicos (sistema hidráulico) del otro piloto de Ferrari, el español Carlos Sainz, la escudería italiana sufrió en mal momento un doble retiro, para también pasar de una ventaja de 48 puntos después de la tercera válida a estar ahora 80 por debajo de Red Bull, es decir una pérdida total de 128 unidades, 84 en las últimas tres carreras.
Que el F1-75 es muy veloz, lo avalan las 6 posiciones de vanguardia en la parrilla de salida que ha logrado Leclerc en las primeras 8 competencias de la temporada, aunque apenas con 2 victorias (Baréin y Australia). Hace recordar las campañas de 2019 (Sebastian Vettel/Charles Leclerc) y 1974 (Niki Lauda y Clay Regazzoni) con 9 poles , pero solo 3 triunfos.
El director de la escudería de Maranello, Mattia Binotto, lo ha tomado filosóficamente declarando: “prefiero tener problemas de fiabilidad y no de desempeño”. Sin embargo, los problemas de fiabilidad justamente se incrementan cuando se intenta mejorar el rendimiento. Las fallas de Ferrari, fueron duplicadas en equipos clientes de la casa de Maranello. Kevin Magnussen se retiró en Bakú por una falla similar en la Unidad de Potencia de su vehículo HAAS y el chino Guanyu Zhou por una del sistema hidráulico de los frenos de su Alfa-Romeo.
Si bien, la próxima cita este fin de semana es en Montreal, con similares características que Bakú con predominio de potencia del motor y efectividad de los frenos, Leclerc llegará al evento canadiense con una nueva Unidad de Potencia (la tercera). Pero el próximo recambio del turbo, le acarreará una penalización de 5 puestos en la parrilla de salida. Es decir, Ferrari -faltando aun dos tercios de temporada- se acerca peligrosamente a las penalizaciones por cambio de elementos en la planta motriz.
Lo observado hasta el presente es típico de una temporada de Fórmula Uno cuando se han cambiado radicalmente los reglamentos técnicos. Las escuderías experimentan con sus nuevos diseños y buscan un mejor rendimiento de motores, frenos, aerodinámica, etc. Por lo tanto, hay todavía mucho por ver.
Quizás, la mayor sorpresa fue la estrepitosa caída del equipo Mercedes, campeón constructor en los últimos 8 años, el cual erró en el concepto de su nuevo diseño, para crear un monoplaza poco competitivo (contra Red Bull y Ferrari), generando no solo un problema mental de motivación para su piloto estrella Lewis Hamilton, sino también uno físico con fuertes dolores de espalda debido al fastidioso e incontrolable rebote del “efecto suelo”.
Incapaces por el momento de solucionar el problema, por lo que tendrán que modificar radicalmente el próximo modelo W14, están intentando que la FIA -alegando razones de inseguridad y afectación de la integridad física de los pilotos- cambie el reglamento para acabar con el “porpoising”. Mientras George Russell declara que es inminente un serio accidente, Hamilton hace ver en forma elocuente como lo afectó físicamente al terminar esta última carrera muy adolorido. Como varios de los otros equipos no lo considera un problema mayor -en sus vehículos y sus pilotos-, cuesta creer que serán exitosos por esa vía.
Como se demostró en la competitiva temporada pasada, nada aún está perdido. Igualmente, con 5 triunfos Max Verstappen en 9 carreras llevaba una ventaja de 32 puntos sobre el heptacampeón Lewis Hamilton (actual 34 sobre Leclerc), quien en apenas una (Silverstone) lo bajó a 8, terminando por alcanzar la última válida empatados.
Como Rocky Balboa, a Ferrari no le queda otra opción que levantarse y poner en juego todas sus armas para poder luchar con su fuerte enemigo hasta el round 22.
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