En la entrada del Hungaroring, en Mogyoród 15 km al noreste de Budapest, estatua dedicada al piloto local Ferenç Szisz, ganador con un Renault AK 90CV del primer Grand Prix, en Le Mans, 1906.
Este fin de semana se corre el trigésimo sexto Gran Premio de Hungría (Magyar Nagydij ), la undécima válida de la temporada 2021 de Fórmula Uno. La gran expectativa se presenta por la permanente escalada en la confrontación entre dos colosos de la Fórmula Uno actual, el heptacampeón Lewis Hamilton, buscando en la presente campaña una inédita octava corona, y el irreprimible Max Verstappen, claro retador al título. Si bien, destellos de este mano a mano ya fueron visibles en la anterior temporada, es en esta campaña que finalmente Hamilton ha visto su trono en peligro porque el impetuoso Verstappen por fin cuenta con un monoplaza a la par (hasta mejor) del todo ganador Mercedes de ésta la era híbrida. Además, como ingrediente muy especial y jugoso para los intereses comerciales de la F1, venimos de un Gran Premio de Inglaterra donde un incidente entre ambos, ciertamente no inesperado, en una primera vuelta como pocas vistas en la historia de la categoría reina del automovilismo mundial, terminó con el neerlandés en las barreras de protección, el perpetrador castigado, pero aún así vencedor, además reduciendo la desventaja al líder de 33 a 8 puntos.
Aparte de lo anímico y psicológico, que debe haber sido trabajado con gran esmero en ambas esquinas para tratar de tranquilizar un poco a ambos contendientes, este undécimo round tiene aun a los equipos enfrentados por las decisiones arbitrales. Mientras Mercedes y su piloto fueron castigados y obviamente lo aceptaron, Red Bull sigue tratando aun de conseguir (poco probable) una revisión por parte de la FIA (amparados en el artículo 14 del reglamento del Código Deportivo Internacional vigente) aportando material inédito no asequible al momento.
Si bien, el trazado húngaro es considerado lento y trabado con una característica de requerir una alta carga aerodinámica que debería favorecer a los monoplazas de Red Bull/Honda, Lewis Hamilton se las ha ingeniado para triunfar en 8 ocasiones (igual que en el ultra rápido de Silverstone), incluyendo las tres últimas, con un Hat-Trick (pole, vuelta rápida y triunfo) en la campaña pasada. En 2019 Verstappen lograba su primera posición de vanguardia en la F1 y lideró hasta la postrimería de la competencia, cuando fue adelantado por Hamilton utilizando su equipo la eficaz estrategia, que sirvió para igual propósito este año en Barcelona, de cambiar tardíamente por segunda vez los neumáticos de su vehículo y dejar sin opción de repuesta a su eventual desesperada y fácil presa. En la edición de 2020 también terminó en el segundo lugar, después de que sus mecánicos lograron reparar a tiempo los daños sufridos en su monoplaza al salirse de la pista mojada en la vuelta hacia la parrilla, tratando de sincronizar la caja de cambio con una octava velocidad esquiva.
El equipo Red Bull tampoco es ajeno a los triunfos en el Hungaroring. Lo lograron en dos ocasiones, pero con sus segundos pilotos. En 2010 fue Mark Webber y en 2014 Daniel Ricciardo, ambos australianos y del escaso grupo de apenas 5 pilotos que han ganado en Hungría sin ser, o llegar a ser, campeones mundiales (lo completan: el belga Thierry Boutsen con Williams/Renault en 1990, el brasileño Rubens Barrichello con Ferrari en 2002 y el finés Heikki Kovalainen con McLaren/Mercedes en 2008).
Con el verano europeo, generalmente asiste mucho público proveniente de distintos países, sobre todo por una buena representación de finlandeses y probablemente de neerlandeses, aunque para ingresar a las facilidades, las autoridades exigen a los adultos la presentación (además del Ticket) de la pulsera con la certificación oficial de inmunidad anti Covid-19, vacunación aceptada o un examen de PCR practicado a partir del 27 del presente mes.
Gracias a las expectativas, muchos están ansiosos por el devenir de esta carrera.
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