El Ferrari 499P en sitial de honor del vencedor de las 24 horas de Le Mans 2023. Foto cortesía de un buen amigo: Leonardo Leone.
Ferrari regresa después de 50 años a la máxima categoría de las carreras de larga duración, para lograr un triunfo histórico en el Centenario de las 24 horas de Le Mans en su 91ª edición, una carrera caótica por intermitentes lluvias y en dura lucha con Toyota, marca ganadora de las 5 anteriores.
Su décima victoria en el clásico de la Sarthe, es la primera en 58 años, cuando había dominado con siete triunfos en ocho ediciones entre 1958 y 1965, con su modelo deportivo 250 TR y los prototipos 330 TRI LM, 250P, 275P y 250 LM. La llegada de Ford con los GT40 acabó con la racha de Ferrari, mientras la marca norteamericana ganaba 4 veces seguidas.
Ferrari con el 499P triunfa totalizando 342 vueltas, con el #51 (Alessandro Pier Guidi, James Calado y Antonio Giovinazzi) por delante del Toyota GR010 #8 (Sebastien Buemi, Brendon Hartley y Ryo Hirakawa) a 1 minuto 21.273 segundos. Tercero, una vuelta atrás, el Cadillac V-Series.R #2 (Earl Bamber, Alex Lynn y Richard Westbrook) del equipo Ganassi.
En la LMP2 triunfó el equipo polaco Inter Europol (Jacob Smiechowski, Albert Costa, Fabio Scherer -con fractura de tobillo-), con 328 vueltas y en la GTE Pro-Am el Chevrolet Corvette #33 C8.R de Nicky Catsburg, Ben Keating y Nicolas Varrone con 313 giros, habiendo perdido 2 giros por reparaciones. Hubo 23 retirados (1/3 del total).
Con la implementación del denominado BoP (Balance of Performance) se niveló a los participantes de la WEC, de acuerdo a los resultados y desempeño de los tres eventos previos (Sebring, Portimao y Spa), agregando en la categoría mayor (Hypercar)37 kg de lastre a los Toyota, 24 kg a Ferrari, 3 a Porsche y nada a Peugeot. Ciertamente favoreció (con 13 kilos menos) a Ferrari en velocidad, logrando los 499P la primera fila de la posición de salida y una carrera más cercana con poca diferencia -apenas segundos- entre los competidores durante gran parte del tiempo.
Sin embargo, las 24 horas de Le Mans son mucho más que mayor o menor velocidad. Simplemente las condiciones cambiantes entre día y noche, la lluvia, temperaturas variables, además de los imponderables incidentes, fallas mecánicas y errores de los pilotos, hacen de este clásico un evento único de los deportes a motor, que en esta ocasión contó con unos 300.000 espectadores y un cartel en la puerta: Guichet fermé (Taquillas cerradas).
Las Centenarias 24 horas de Le Mans fueron dramáticas y emocionantes. Los cinco fabricantes de la categoría mayor (Hypercar)lideraron en algún momento, con Ferrari y Toyota batallando por la victoria por varias horas.
La carrera presentó mucha actividad en general sobre todo en las primeras horas y durante la noche. Tres periodos de lluvias con dos fuertes tormentas produjeron estragos entre los participantes. El Vehículo de Seguridad -SC- (con un nuevo formato tipo F1 reagrupando a todos por categoría) salió tres veces, las cuales fueron muy prolongadas, de casi una hora. La neutralización de la carrera tipo virtual denominada FCY (Full Course Yellow = Bandera Amarilla en todo el Circuito) 5 veces y múltiples banderas amarillas locales con zonas de velocidad reducida.
A la media noche, el líder Pier Guidi con la Ferrari #51 se despistaba en la chicana Daytona, pero los auxiliares lo logran sacar rápido no perdiendo la vuelta, al salir el SC debido al retiro del Toyota #7 (Kamui Kobayashi) chocado por detrás al desacelerar llegando a la zona lenta de Tertre Rouge, con daños que no le permitieron regresar a los garajes.
Para ese momento Toyota #8 primero con Hirakawa, segundo el Peugeot 9X8 #94 (Nico Muller), los Ferrari de Pier Guidi (#51) y Antonio Fuoco (#50) tercero y cuarto, luego a una vuelta el Cadillac #3 con Sebastien Bourdais y el Porsche-Penske 963 #6 de Laurens Vanthoor.
A las 2 am, el Ferrari #50 es golpeado por una piedra y se rompe el radiador del ERS. En el garaje, pierde 6 vueltas y toda posibilidad de triunfo, aunque ayudará a su compañero al final presionando al Toyota. Dos horas después, Gustavo Menezes se despista con el Peugeot #94 y con las reparaciones pierde 8 vueltas.
Al amanecer Toyota en el primer lugar con Hartley, el Ferrari #51 de Pier Guidi a 40 segundos y tercero a más de 3 minutos el Cadillac #2 de Earl Bamber (terminó tercero). Sin embargo, vuelve a llover y Ferrari logra reducir la desventaja a 10 segundos.
A las 7:30 am El Toyota tiene que entrar a pits para cambiar la parte delantera por daño ocasionado aparentemente por golpear una ardilla y James Calado logra salir delante de Hirakawa por 20 segundos, que se logra extender a casi un minuto con Giovinazzi.
A las 10:30 am, toda la ventaja se cancela cuando en el cambio de piloto de la Ferrari #51, se tiene que reiniciar el sistema y queda Buemi 2 segundos por delante, en un Toyota que se ha hecho mucho más competitivo al subir la temperatura ambiental y de la pista.
Sin embargo, en dos vueltas Pier Guidi logra pasar a Buemi en la segunda chicana de la recta de Mulssane y Ferrari se dirigiría hacia la victoria, sobre todo cuando en la última hora Hirikawa (enviado a atacar al Ferrari) a 9 segundos de Giovinazzi, se despistaba, requiriendo una parada de 2 minutos para reparaciones quedando a 3 minutos del 499P.
Todo parecía listo para la histórica victoria de Ferrari, pero Le Mans siempre tiene sorpresas para el final. Faltando 23 minutos para las 4 pm, Ferrari entra una última vez para tener gasolina suficiente hasta la bandera a cuadros. El vehículo no arranca y hay que reiniciar de nuevo el sistema. Cuarenta agonizantes segundos, pero sin entrar en pánico lo logran y la #51 cruza la meta con casi minuto y medio de ventaja sobre el Toyota #8.
Toyota pudo haber ganado y Ferrari perdido si no se produce el despiste de Hirakawa. Después de todo lo sucedido, poco probable que se le pueda atribuir a los 13 kilos la victoria o la derrota. Lo que si vimos fue una espectacular carrera, por suerte televisada en su totalidad en vivo.
